martes, 5 de noviembre de 2013

Yo.

Me siento pequeña a su lado. El mundo entero es gigante y se resume en sus ojos. Y el universo, en su sonrisa. Sus manos vuelan por mi cuerpo cuales pájaros por el cielo, navegan como barcos en el mar, a veces sin rumbo. Y me habla. Y siento que no siento nada. Solo le siento. Y sus palabras calan hondo en mi pecho, muy adentro, casi en el fondo. Me salen mil suspiros, mi alma intenta escapar. Pero no la dejo irse, merece vivir este sueño. Le sigo mirando y entonces, empiezo a crecer.