miércoles, 10 de julio de 2019

La práctica.

Lo quiero todo y lo quiero ya. Se acabó.
No quiero helado de chocolate si puedo comer helado de vainilla y chocolate. No quiero un vestido negro si puedo tener un vestido negro y unos zapatos a juego.
Yo no pienso en ir de vacaciones, yo me voy de vacaciones.
Y si él me gusta, quiero que me quiera. Y si no me quiere, me enfado y ya me querrá. Y si no me quiere, peor para él porque me va a querer cualquier otra persona.
Y caprichos, y quiero, y dame, y haz.
Niña caprichosa.

La teoría.

A lo mejor lo que tendrías que hacer es dejar de engañarte a ti misma, bonita. Que crees que estás decidiendo lo mejor pero igual estás metiendo la pata hasta el fondo. Puede ser que te vayas de Guatemala para meterte en Guate-peor. Y todo por decidir sin pensar, por no saber abrir los ojos a tiempo. En resumen, por no tener nunca las cosas claras. Porque, en su momento, no aprendiste a pensar con calma, sino a actuar por impulso. Es que eres una impaciente, relájate un poco, chica. Deja que las cosas fluyan.

Todo ira