Es ver y no poder tocar. Ni besar. Ni rozar.
Es ir a la cama y no notar su presencia en el otro lado.
Es querer sobre todas las cosas acariciar sus manos o sentir su piel.
Son todas las ganas de sentir cerca, sentir en tres dimensiones y saber que con una caricia pronuncia todas las palabras que necesito oír.
El constante vacío que crea no tiene unidad de medida.
Nunca he apreciado tanto la presencia y he odiado tanto la distancia.
Te echo de menos.
Es ir a la cama y no notar su presencia en el otro lado.
Es querer sobre todas las cosas acariciar sus manos o sentir su piel.
Son todas las ganas de sentir cerca, sentir en tres dimensiones y saber que con una caricia pronuncia todas las palabras que necesito oír.
El constante vacío que crea no tiene unidad de medida.
Nunca he apreciado tanto la presencia y he odiado tanto la distancia.
Te echo de menos.
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