jueves, 7 de diciembre de 2017

Gracias

Me gustaría dedicarle todo lo que no sé decirle.

Como gracias por esas caricias que me das en la cara. O como esos besos que me das en la mano, que cierras los ojitos y me duele el corazón al verte la cara.
La dulzura con que me miras, gracias por tus ojos tan profundos, ojalá pudiera ver lo que esconden en su fondo tan oscuro.
Gracias por tu espalda tan suave. Gracias por tu brazos, gracias por tu pelo, esté como esté.
Gracias por tus cosquillas y por cómo las usas para conseguir lo que quieres.
Me gustaría que supieras que todo lo que me das, incluso con cada silencio, es impagable. Tú sonrisa, gracias por ella, y por tus labios.

Gracias por todo tú. Podría darte las gracias cada día. Cada mañana y cada noche. Siempre gracias.

Ojalá viviéramos un "te quiero" cada día.

Lo que yo creía

Hace tiempo pensaba que quería a alguien. Pero me equivoqué. También hace tiempo creía que había alguien que me quería. Y, al final, también me equivoqué.
Y ahora, pienso en las equivocaciones y en lo que creía que era la realidad.
Por fin he crecido y me veo capaz de querer a alguien de verdad. Con todo mi corazón. Solo me falta ese alguien. Y solo me falta que sea capaz de quererme a mí. Con todo su corazón.
No sé qué idea me parece más imposible.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Miedo

En el fondo soy una romántica y me encanta pensar que algún día todo será fácil e irá bien.
No habrá más dudas ni más miedos. Eso de "ir como la seda" se quedará corto. Simplemente alguien que me quiera y yo quererle de vuelta. Darnos todo, compartirlo todo. Cada silencio, cada mirada, cada gesto. Somos uno.

Dicen que soy yo, que tengo mil miedos, me dejo asustar y me encierro en mí misma. Quizás sí. Qué más da. Porque al final, en cuanto el miedo se va y me abro a alguien, al final ya es demasiado tarde.

Puede que sí tenga más miedo del que realmente veo. Y que esa barrera sea más difícil de romper de lo que parece.  Y estas ganas de llorar sean cada vez más insoportables.

miércoles, 5 de julio de 2017

Paz

Al parecer dicen que tengo unos ojos preciosos, verdes color sidra. Y no solo los ojos, sino toda la mirada. Dicen que es intensa y profunda, que se clava.

Al parecer también soy una persona curiosa, con mucha imaginación, con ideas. Me fijo en los pequeños detalles y los hago míos, los muestro al mundo, porque lo más pequeño también merece ser contemplado.

Y en esos momentos me siento grande, siento poder ver mis cualidades. Mis ojos contemplan el mundo y  lo analizan. Por eso estoy aquí, hecha un lío, con mil posibilidades pero ninguna lo suficientemente buena para mí, porque a fin de cuentas lo analizo todo y no dejo nada a la improvisación.

Me gustaría saber dónde está la paz que siempre estoy buscando. 

miércoles, 26 de abril de 2017

No.

Últimamente se me da fatal superar las cosas y olvidar. No mal, se me da de culo.
Quizás es porque las cosas a superar y olvidar se me acumulan. Tengo demasiadas ideas que son un borrón en potencia. Pero no termino de dar el paso.
Hay ideas que parecen ser fáciles de eliminar, pero vuelven a mi cabeza una vez y otra y otra vez. Y las tengo presentes como fotografías en un movil o voces en el recuerdo. Una canción.
Ideas a olvidar como un tacto o un olor. No se olvida un olor.
Y olvidar una cara. Ojalá fuera como esas personas que olvidan las caras. Incluso superar y olvidar una forma de vestir, un grupo de ideas contrarias, un susurro. Un abrazo por la noche antes de dormir.
Superar y olvidar un modo de vida.
Renacer debe ser algo parecido.

lunes, 24 de abril de 2017

Tiempos

Vivimos demasiado deprisa, cada segundo es oro, cada minuto es plata y cada paso es bronce.
Vivimos demasiado cerca y, a la vez, demasiado lejos. Muchas palabras son mentira, muchas risas no se escuchan.

Y en todo este entramado de vivir sin ser conscientes de lo que es la vida, seguimos hacia adelante y vamos olvidando el pasado.

¿Cuánto tardamos en olvidar un buen recuerdo? Cada persona lo hace a un ritmo diferente. Pero ¿qué hace a un recuerdo digno de no ser olvidado? Una vez aprendí que solo olvidamos los malos recuerdos y las malas experiencias. 
Hoy nuestro cerebro es electrónico y podemos revivirlo a golpe de click.

No me afecta lo que no veo. No recuerdo lo que no me recuerdan. 
Pulso borrar y olvido. ¿Así de fácil?

viernes, 7 de abril de 2017

No te irás...

Por qué me cuesta tanto olvidarte.
Si cada vez que pienso en ti, se me forma un nudo en la garganta. Y pienso en todos los contras. Y pienso en todas las cosas malas. Y pienso en tus granos. Y pienso en tus ronquidos. O aquella vez que te enfadaste y diste un portazo. O cuando me escondiste mis zapatos favoritos y me volví loca buscándolos, incluso creí que los había perdido.
Mira que yo de verdad que lo intento, junto todas las cosas malas de entre las malas, las peores de las más malísimas...


y mira, que no, que no puedo olvidarte.


...que es pensar en tu nombre y en tus manos y, que no. No te vas.

miércoles, 4 de enero de 2017

Mi trampa personal

He caído en mi propia trampa. 
He olvidado lo que prometí.

El final no fue más que un principio peor.
¿Y ahora qué?

Siempre sueño con vivir más rápido, quiero llegar al lugar que más deseo. Pero yo soy mi propio enemigo, yo tiro piedras a mi propio tejado. Yo soy quien hace morir las ilusiones. 
Aun cuando todo lo soñado no depende de mí, yo soy quien lo hace acabar. 

No sé lo que va a pasar. Ojalá pudiera saberlo. Ojalá pudiera decir que voy a ser feliz y hacer realidad mi sueño.
Ojalá pudiera dejar de pensar e imaginar y, simplemente, vivir. 
Yo creo mi propia trampa. 
Yo la coloco, siendo consciente, y yo, estúpida, caigo. 

Una y otra vez.