Vivimos demasiado deprisa, cada segundo es oro, cada minuto es plata y cada paso es bronce.
Vivimos demasiado cerca y, a la vez, demasiado lejos. Muchas palabras son mentira, muchas risas no se escuchan.
Y en todo este entramado de vivir sin ser conscientes de lo que es la vida, seguimos hacia adelante y vamos olvidando el pasado.
¿Cuánto tardamos en olvidar un buen recuerdo? Cada persona lo hace a un ritmo diferente. Pero ¿qué hace a un recuerdo digno de no ser olvidado? Una vez aprendí que solo olvidamos los malos recuerdos y las malas experiencias.
Hoy nuestro cerebro es electrónico y podemos revivirlo a golpe de click.
No me afecta lo que no veo. No recuerdo lo que no me recuerdan.
Pulso borrar y olvido. ¿Así de fácil?
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