viernes, 28 de agosto de 2015

Tururú.

¿Qué será esto que estoy sintiendo?
Está apareciendo...

¿Qué será lo que está llegando?
Lo estoy notando... 

"Si quieres te lo digo...
Toma, ponte mi abrigo".

"No tengo frío",
y sonrío. 

Se pone las gafas, 
se peina el pelo.

Le miro,
me congelo.

Y me descongelo...


Qué calor de repente.


jueves, 20 de agosto de 2015

La noche que descubrí que la Tierra es redonda.

Hace un par de días estaba imaginando y creé un mundo diferente. Sin querer, la Luna desapareció porque estaba ocupada persiguiendo al Sol. Y el mar, despistado, se cayó porque, en el mundo imaginado, la Tierra es plana y el mar es tonto. Es tonto porque la marea estaba baja persiguiendo a la Luna, quería ir hacia ella y no se dio cuenta que la Tierra se acaba y se cayó. Entonces los peces se pusieron tristes y empezaron a llorar porque nunca más verían el mar. Y lloraron y siguieron llorando y con sus lágrimas saladas crearon un nuevo mar y le enseñaron a no enamorarse de la Luna porque su amor nunca sería correspondido. Entonces el mundo imaginado se creó a sí mismo, una y otra vez aprendió a renacer de sus restos, de sus peces y de su propia vida.

lunes, 17 de agosto de 2015

Y ya está.

Cuando tienes que dejar de querer parece que el dolor es insoportable. Pero confesaré un secreto: no lo es.

Lo insoportable es superar el dolor, la rabia, la impotencia, la tristeza. Lo insoportable es olvidar los malos momentos. Porque, creedme, cuando solo quedan buenos recuerdos, ¡joder!, eso sí es dolor. Cuando cada cosa buena te hace recordar y te hace creer que sigues queriendo algo insoportable.