Dicen por ahí que las personas cuyo destino es estar juntas nacen atadas por el mismo hilo. Así, el mundo está formado por hilos que unen a personas por todas partes.
A veces los hilos están demasiado separados y la tensión hace que se rompan.
A veces los hilos se lían con otros hilos y no hay manera de solucionar el lío.
A veces no hay más solución que cortar los hilos.
Pero cuando las dos personas a cada extremo de un hilo se juntan, ya no hace falta hilo, porque el lazo que se crea entre ellas es irrompible.
Qué bonita casualidad fue cruzarnos. Y no hablo de la primera vez que nos vimos. Qué bonita casualidad fue cruzarnos en esta vida, sabiendo que el hilo que nos ataba era el mismo.
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